jueves, 30 de agosto de 2007

Periodismo y opinión

Periodimos y opinión

¿Quién dice que los estudiantes no tienen opinión sobre nada? ¿Quién ha dicho que no leen? ¿Quién se atreve a afirmar que no tienen ninguna opinión formada sobre nada? ¿Quién ...?


Para todos ellos va esta página, para todos ellos y para todos los que tengan algo que decir y quieran hacerlo.
Os proponemos la lectura de uno de los artículos periodísticos que van variando diariamente y
se encuentran en la sección "Ciudadana" de La Vanguardia y en la de "Opinión" de
El País y que podeís encontrar en el margen izquierdo de nuestro blog. Una vez leído, podéis dar vuestra opinión -a favor, en contra, neutra, insegura, indignada, entusiasta, etc., etc.-.

PAUTAS
1. Elige uno de los artículos de los periódicos citados,

2. Léelo cuidadosamente,

3. Fórmate una opinión acerca del tema que trata,

4. Y ahora ¿por qué no articuláis un escrito de aproximadamente 250 palabras ofreciéndonos tu perspectiva?

5. Una vez escrito, revisado y decidida la versión definitiva, crea un archivo con

a. la copia del artículo de periódico leído,

b. la fecha de su publicación y la página en que ha aparecido,
c. el texto que tú has creado con tu opinión.


¡Adelante! Igual un compañero lo lee, está de acuerdo y escribe un texto para comentártelo ...


lunes, 19 de marzo de 2007

¿Y si vemos algunos textos de opinión?


A continuación te proponemos algunos textos de opinión que han aparecido en distintos periódicos. Unos largos, otros cortos, unos convencionales, otros diferentes, un poco de todo. ¿por qué no les echáis un vistazo? Igual nos sirven




MILEURISTAS


Están por todas partes, como el polen y los ácaros.
Tras el mostrador de una agencia de viajes, en la taquilla de un cine o en la caja de la tienda en la que acabas de com­prarte la camiseta que te alegrará el día. Son jóvenes, generalmente están preparados, y trabajan las horas que haga falta. Cobran, eso, unos mil euros por unas 40 horas semanales. A veces ni llega.

Algunos han tenido que demostrar que hablan inglés, que son expertos en ofimática, telémática o cambio de divisas, que manejan la información con la soltura de un Bill Gates y que tienen una sonrisa a prueba de bom­bas. En ocasiones se les exige, por si lo dicho fuera poco, una presencia inmejorable, una paciencia infinita, dispo­nibilidad horaria y buena predisposición para viajar. Los hay que han acabado una carrera, incluso un postgrado. y siguen cobrando, eso, unos mil euros. Algunos se acer­can a los 30, otros los han sobrepasado y siguen ahí, co­brando unos mil euros.

Mil euros. Y no siempre. Los contratos ya no son lo que eran y pueden durar tres meses, seis, doce... Un par de años como máximo. Y si eres be­cario, confórmate con la mitad, mantén buenas relaciones con la familia, ni se te ocurra decir que te largas y acostúmbrate a decir amén a casi todo. ¡Mil euros! Pocas cosas se hacen con mil euros. Uno no se compra un piso ni paga un alqui­ler. Como mucho adecenta un lo­cal sin ventilación para habitarlo casi a escondidas porque ni de bro­ma le darían la cédula de habitabi­lidad. Eso o compartir piso y gastos hasta la jubilación, momento en la que los mil euros dejarán de serlo para reducirse a la mitad, o al me­nos, comparativamente hablando.

Una generación crecida en la prosperidad, bien preparada y mejor alimentada, una generación madurada en la globalización que igual te diseña una web que te consigue unos billetes para Laponia o busca el origen de tus ancestros Google mediante. La generación de nuestros hijos tendrá que aprender a vivir sobriamente, a pasar el mes entero con mil euros.

Una amiga mía explica que su hija, mileurista de pro desde hace un par de años, declara la economía de guerra el día diez de cada mes. Hasta el treinta, el treinta y uno si vienen mal dadas, se dedica a sobrevivir. Se ali­menta de lo que pilla y siempre que puede en casa ajena, deja de ir al cine, el café lo toma en casa y hace cuanto está en sus manos para olvidar que tiene teléfono móvil. A veces se instala durante días en la casa materna a pan y cuchillo, y para su cumpleaños sólo espera unos euros. '" Tiene 29 años, es historiadora y, a ratos libres, prepara una tesis.
ESTA COLUMNA ÚNICAMENTE REFLEJA EL PUNTO DE VISTA DE SU AUTOR, NO EL DE METRO DIRECTE. SI NUESTROS LECTORES QUIEREN AÑADIR SU OPINiÓN, PUEDEN ENVIAR UNA CARTA AL DIRECTOR A
cartes.cat@metrospain.com.
Metro, miércoles, 5 de julio de 2006